El 5° Elemento, Harry Haller y el Jazz... ♪

Aun teniendo en cuenta que por cada dos palabras que un literato exprese sobre música seguramente una estará mal —según escuché decir alguna vez—, me atrevo a dedicar las siguientes líneas a dilucidar un poco sobre la música de la banda mexicana de jazz incluida en el título de esta entrada, con base en una preciada experiencia personal que data de hace alrededor de ocho años.

Antes de abordar dicha anécdota, quiero rescatar los calificativos que el Harry Haller de Hermann Hesse empleó al tratar sobre la música de jazz: «chillona», «violenta», «ruda», «cálida», «alegre», «salvaje» «digna de aversión», «ingenua», «sensual», «sangrienta», «lírica», «pegajosa», «superazucarada», "caprichosa», "enérgica», "sentimentalista», «decadentista», «del momento», «efímera», etcétera. Nada favorable, el juicio de Harry... Pero, como bien le refuta Pablo, hacer música se trata de despertar sentimientos y emociones en el espectador... y el jazz lo consigue maravillosamente.

Ahora bien, hace algunos ayeres tuve la oportunidad de asistir a un concierto de El 5° Elemento y —permítaseme confesar— fue ése mi primer encuentro con el jazz. Lo amé. A decir verdad, perdí completamente la noción del tiempo mientras duró la presentación, no logro precisar si se trató de una hora o dos, como tampoco recuerdo el nombre del auditorio —aunque esto último quizá responda más bien a mi mala memoria—. De tal suerte que esa noche finalmente comprendí la teoría de la relatividad —como diría César López Cuadras—.

Además de entender teorías (meta)físicas, durante el mencionado concierto comprobé que, en efecto, es posible alcanzar ese estado del alma en el que esta se encuentra entera y felizmente embargada por un inconmensurable sentimiento de admiración y alegría —éxtasis, pues— a través de la música, gracias a ella. Realmente no conozco otra forma de llamarle a lo que experimenté esa noche. 

Así pues, no estaba errado Hesse al hablar de la quintaesencia del arte concretizada en la transformación del tiempo en espacio por medio de la música. Considero la obra de estos cinco músicos como prueba de lo postulado por Hesse respecto a la música; no obstante que el personaje aludía a la clásica, en contraposición al jazz y otros géneros de su época, los cuales consideraba inferiores. Como bien terminaría comprendiendo Haller, y como bien puntualizó Sábato, a cada época corresponde un tipo de arte particular que es a la vez producto y catalizador.

En fin, melodiosas y armoniosas, sugerentes y místicas, las composiciones de El 5° Elemento trascienden los límites de la sensualidad y logran seguir viviendo «aun cuando no se toque[n]», más allá de los oídos, detrás del pensamiento; pues, parafraseando nuevamente al escritor alemán: cualquiera puede estar solo tendido en su cama y despertar en sus pensamientos una de sus melodías; entonces se produce música sin que nadie sople en una trompeta ni rasque a un bajo o acaricie a un piano.



Myspace: El 5o Elemento.

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